Muchas veces hablamos de conceptos técnicos que no siempre son bien comprendidos por todos, sobre todo aquellos que se inician en el mundo de internet y que están abrumados de tantas palabras raras y muchas de ellas de origen anglosajón.
Uno de estos términos es el hosting, que al igual que el dominio, son conceptos que tenemos que tener bien claro si deseamos desarrollar y gestionar toda nuestra web desde cero. Yo en muchas conversaciones con profesionales de marketing me he sorprendido el desconocimiento que tienen de estas cosas, por increíble que parezca. Por eso me he decidido a realizar esta pequeña guía que espero ayuda a más de uno.
¿Qué es un dominio?
Comenzamos con los dominios, que lo podríamos definir como el “nombre de nuestra web”. Claro es una forma bastante amplia de llamarlo pero realmente es como internet conoce nuestra página. Para cualquier persona del mundillo sabe que es mucho más que el “nestorgp.com” que ves arriba. Básicamente es aquello que escribimos en nuestro explorador y nos devuelve el contenido de nuestra web como por arte de magia. Pero evidentemente no es magia, y aquí entra nuestro segundo concepto del artículo, el hosting, del que hablaremos unas líneas más abajo. Los dominios además de ser el nombre visible de nuestra web también serán la base de nuestros correos, del tipo “info@nestorgp.com”, o de subdominios, del tipo “marketing.nestorgp.com” (ojo un subdominio puede ser una web totalmente diferente a nuestro dominio raíz), aunque para ambos casos el hosting también será una parte imprescindible.
¿Cómo registramos un dominio?
Es muy fácil aunque no es gratis. Lo mismo que en el caso del hosting si podemos encontrar plataformas sin coste, para el dominio tendremos que sacar algunas monedas del bolsillo aunque no será un gasto excesivo y es accesible para cualquier mortal. Podemos encontrar dominios entre 10 y 20€ con pago anual por lo que está al alcance de todos los bolsillos. Para ello debemos ir a una de las muchísimas empresas que registran dominios y elegir uno que esté libre. La manera más rápida y sencilla de consultar sobre la disponibilidad de la denominación elegida antes de decidirte por una de ellas es entrar en la web dondominio.com y consultarlo. El tema de la elección es muy importante, de hecho es más importante de los que normalmente suponemos, ya que afectará bastante a nuestro posicionamiento y SEO (¡ya hemos dicho que es nuestro nombre para internet!). Consulta el artículo SEO. 10 Claves para posicionar tu web. Los dominios se componen de dos partes: la raíz y la extensión. En el caso de mi web la raíz es nestorgp y la extensión es .com.
¿Cómo elegimos la extensión?
Lo primero es saber qué es la extensión. Son las dos o tres letras que hay después del punto y que indican (o deberían) el tipo o naturaleza de la web que has montado. Las más popular el *.com, como en mi caso nestorgp.com, y que se usa comúnmente para fines comerciales y muchos otros. Pero tenemos muchos (muchísimos) y también las extensiones propias de países, recomendadas para posicionar localmente, España *.es, Francia *.fr, o la extensión de la Comunidad Europea *.eu, tan de moda últimamente.
- .com el más extendido y usado con fines comerciales
- .net también de uso común para servicios de internet
- .org sólo para asociaciones sin ánimo de lucro
- .tv para plataformas de televisión
- .edu usado en instituciones académicas como universidades, etc.
- .info referente a páginas de carácter informativo
- .biz extendida para webs de negocios
¿Quién regula los dominios?
Para evitar duplicidades y malos usos de los dominio que podrían afectar al buen funcionamiento de internet, existe ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers) una organización sin ánimo de lucro que regula los dominio genéricos (.com, .net, .org,…). Para los dominios propios de cada país, existen reguladores locales, en el caso de España nic.es.
¿Puedo utilizar la ñ en mi dominio?
Desde hace relativamente poco, en 2007, si está permitido registrar dominio multilingüe, por ejemplo con nuestra “ñ”. Pero estos dominio sólo pueden ser registrados de manera local, es decir en sólo podemos usar con la extensión *.es (o dominios de doble extensión como .com.es, etc.) y son regulados por NIC.es en el caso de España. La eñe no es la única letra multilingüe permitida, también se pueden registrar ü, á, à, é, è, í, ì, ó, ò, ú, ù, ç.
El registro de estos dominios tiene un problema: no podemos usar estos dominios como correo electrónico por lo que hay que tener en cuenta esta opción antes de decidirnos: no puede funcionar micorreo@españa.es.
Ya tengo mi dominio, ¿y ahora qué?
Respecto a tu dominio sólo tendrás que configurar una cosa: Los registros DNS que apunten a tu hosting. Estos registros te los dará la empresa cuando contrates un servicio de hosting y suelen ser al menos dos para que tenga redundancia.
¿Qué es eso tan raro llamado hosting?
Como ya hemos comentado es la otra parte del puzle de nuestra web. El hosting es el servidor donde están almacenados los ficheros de nuestra web, y nos referimos a físicamente. Cuando vamos a buscar un hosting tenemos varias opciones por lo que es necesario que tengamos más o menos claro alguno conceptos y así no daremos pasos en falso que luego nos podamos arrepentir.
*Antes de nada debemos advertir que no es necesario contratar el dominio y el hosting en el mismo proveedor. Siempre te ofrecerán ambos servicios pero puedes optar por contratarlo en sitios distintos, aunque por facilidad no es una mala idea tenerlo todo junto.
Lo primero que debemos diferenciar entre una web personal o un blog y una profesional o de empresa. En el primer caso podría optar por un servicio gratuito de los que hay en el mercado: ¡si hemos dicho hosting 100% gratuito, aunque si eres un usuario avanzado (o pretendes serlo) y te gustaría explotar a tope las posibilidades de tu web y quieres ir un poco más allá, te recomendamos el paso siguiente, un hosting de pago.
¿Compartido o VPS? Esa es la cuestión…
Para esta opción no hay que desembolsar grandes cantidades de dinero, ya que tenemos hosting compartido bastante económicos y suficientes para la mayoría de las web incluso profesionales o de empresa. El hosting compartido significa que nuestra web será como “una carpeta” en un servidor, pero claro habrá más carpetas de otros clientes y los recursos compartidos y por tanto limitados. Aquí dependerá de cómo gestionará la carga el proveedor del servidor, por lo que es necesario usar proveedores con buena fama aunque sean un poco más caros. Esta opción podemos conseguirla por cantidades que irán entre los 50 y los 150 € anuales dependiendo de las características: estas pueden ser el tamaño máximo que podemos usar, el ancho de banda que nos permitirán, etc. Incluso existen opciones multidominio donde podemos tener varias webs en nuestro hosting compartido, cada una totalmente independiente.
Para este tipo recomendamos dos opciones actuales que nos ofrece el mercado y que para mí son las mejores:
HOSTGATOR
Pros: Barato e ilimitado en tamaño y dominios. Buen soporte por chat
Contra: servidores en Estados unidos (peor posicionamiento local)
COSTE: desde 4,86$/mes para 1 dominio o 6,96$/mes para multidominio.

WEBEMPRESA
Pros: Está en España (mejor posicionamiento local) y tiene una gran fama de servicio.
Contra: limitado en tamaño
COSTE: desde 79€/año (multidominio)
Para profundizar más en la elección del servidor, te dejo este artículo de la Lowe Marketing sobre los servidores con mejor relación calidad/precio para alojar tu sitio web en España.
¿Y si quiero algo más que un hosting compartido?
En este caso podemos subir un escalón en nuestro sistema y optar por servidores VPS (Virtual Private Server), que es un servidor virtual en el que, a diferencia del compartido, todos los recursos que nos garantiza el proveedor son para nuestro use y disfrute: CPU, memoria, etc. Además podemos acceder al servidor y configurar ciertos parámetros que nunca podríamos realizar en el caso del compartido, mucho más restringido ya que cualquier cambio en el servidor afectaría al resto de usuarios. El único inconveniente que tenemos es que el precio se nos dispara un poco. En este caso el pago suele ser mensual y podemos encontrar desde 20 hasta más de 150 € , todo dependerá de las características del servidor: procesador, memoria, disco, si incluyen cPanel, etc. Otra diferencia de los compartidos, es que estos servidores se entregan “vacíos” y somos nosotros los que debemos de hacer la instalación (o contratar el servicio al proveedor). Además si queremos disponer de una opción multidominio no hay problema pero tendremos que instalar algún de las versiones de gestión que nos ofrece el mercado y será, de nuevo, un coste añadido como por ejemplo cPanel. Desde luego esta opción es nuestra preferida pero hay que tener en cuenta que el coste anual en un proveedor de garantías superará los 700 €, lo que significa 10 veces más que un compartido.
¿Cuándo necesitaremos un VPS?
Aunque en el 99% de los casos nos servirá un buen hosting compartido, podemos considerar los servidores virtuales si el tráfico de nuestra web es lo suficientemente grande o lo va a ser (recomendado para volúmenes de más de 5.000 visitas día) o si optamos por una tienda que va a tener muchas transacciones y requiere la potencia que nunca tendrá un compartido. También podría ser conveniente si planteamos la posibilidad de escalar proyectos sin tener que meternos en migraciones posteriores.
Conclusiones
Y con esto, termino mi explicación. Espero que os hayan quedado un poco más claros los conceptos. ¿Lo he conseguido? En cualquier caso puedes preguntarme acerca de cualquier duda que te pudiera surgir en esta página, en los comentarios de abajo, o a través de nuestras redes sociales. Gracias por leernos y si creéis que ha merecido la pena ¡compartidlo!