Una identidad visual bien definida y consistente puede ser la clave para llamar la atención de tus clientes y transmitirles confianza y profesionalidad. Va mucho más allá de solamente un logo o una tipografía, pues la identidad visual consiste en un conjunto de todos los elementos visuales que tu marca hace suyos y propios.
El conjunto de todos estos elementos recoge:
- Logotipo
Es la pieza central de toda identidad. En él pueden decidirse muchos aspectos que van a condicionar el resto de las partes del conjunto visual, así como concretar el tono de la marca, su filosofía e incluso incluir elementos en relación con tu sector. - Tipografías
Van a pulir el enfoque de tu marca dependiendo el tono que tengan. Pueden ser más divertidas o serias, elegantes o casuales… - Colores
Que van a influir en la manera que el usuario te va a recordar, además de, al igual que las tipografías, determinar el tono y aspecto de la empresa. Los colores pueden servir también para transmitir emociones o ideas, que puedes aprovechar para determinar aún más el posicionamiento de tu marca. Por ejemplo, el azul transmite confianza, tranquilidad e inteligencia; el naranja energía e innovación… - Elementos de diseño gráfico
Dependerá de si tu marca tiene un posicionamiento más o menos minimalista, pero pueden ser elemento diferenciadores que caractericen a tu marca, como símbolos, adornos, remates, etc. - Estilo de las imágenes y vídeos
Pueden ser también definidoras de tu estilo como marca, dependiendo del tipo de arte fotográfico que escojas.
La importancia de todos ellos es crucial porque todos estos elementos hacen una gran labor a nivel mental en el público. La gente identificará y recordará tu negocio gracias a todas estas características visuales. Además, serán un aspecto diferenciador y harán tu negocio distinto a los de la competencia.
¿Cómo se crea una identidad visual?
1. Primeramente, es muy importante que tengas claros los valores y la misión de tu empresa, es decir, determinar los principios y labores de la marca. También debes asegurarte de conocer a tu audiencia, ya que, dependiendo de tu posible público, vas a tener que elegir la mejor forma de acercarte a este. Este análisis visual te ayudará a definir la personalidad de marca, que actuará como base para toda creación de diseño que ponga imagen a la misma.
2. Una vez realizada esta actividad, ya puedes entrar en materia para trabajar los elementos, anteriormente mencionados. Es decir, vas a empezar a desarrollar un logo, elegir los colores y las tipografías que mejor se relacionen con tu marca… Hay que tener en cuenta que debes realizar este trabajo en función de tus necesidades y medios en los que quieres trabajar, pues no es lo mismo crear un logo para una impresión física grande, que para una foto de perfil en redes sociales. Es por eso que la parte de conocer a tu marca es vital para poder crear una armonía entre el diseño y los medios donde tu marca estará presente.
3. Una vez tengas todos los conceptos visuales concretados, es hora de hacer un manual de identidad visual. Este es un documento que actúa como guía e instrucciones sobre cómo usar los recursos visuales de tu negocio. Es muy importante para que, en todo momento, se respete la identidad visual de la marca a la hora de trabajar con proveedores, freelancers o diseñadores externos… En él debes incluir todo tipo de usos de cada elemento visual, por ejemplo, versiones y variaciones del logo, códigos de color, estética de la iconografía, etc.
4. Otro de los pasos vitales para que tu identidad tenga impacto, es mantener la coherencia en todos los medios donde la marca está presente, es decir, aplicarla de forma uniforme en todas las plataformas. Por ejemplo, en redes sociales es muy importante respetar el estilo de las imágenes para poder construir un feed atractivo, cohesionado y profesional.
5. Por último, y a pesar de que la identidad visual debe ser algo que perdure en el tiempo para que te reconozcan mejor, esta no tiene porqué ser inamovible o permanente. A medida que tu empresa crezca, van a ir surgiendo nuevas audiencias e, incluso, nuevos mercados, por lo que puede llegar a ser necesario el hecho de retocar o readaptar algunos de los elementos de marca, pero sin perder la esencia de la misma.
Para terminar, y como consejo desde Welow Marketing, te recomendamos invertir tiempo y dedicación a este proceso ya que, a pesar de que puede ser tedioso y largo, es vital para que tu negocio se dé a conocer y transmita una sensación de confianza al cliente.